Cómo abrir una empresa en Colombia siendo extranjero

Colombia se ha posicionado como uno de los destinos más dinámicos para emprender en América Latina. Su crecimiento económico sostenido, su ubicación estratégica que conecta con los principales mercados del continente y una red de tratados de libre comercio hacen del país un punto ideal para quienes desean establecer un negocio propio. A esto se suma un entorno empresarial cada vez más abierto a la innovación y al talento extranjero, lo que convierte a Colombia en un escenario propicio para hacer realidad ideas y proyectos con proyección internacional.

El proceso para crear una empresa en Colombia está claramente definido en el Código de Comercio y en las normas de la Cámara de Comercio. El primer paso es elegir la figura jurídica más adecuada según el tamaño y las metas del negocio. La Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.) es la opción más utilizada por su flexibilidad y agilidad en trámites, aunque también existen figuras como la Sociedad Limitada (Ltda.) o la Sociedad Anónima (S.A.). Una vez elegida la estructura, se procede a elaborar los estatutos de la empresa, inscribirla en la Cámara de Comercio correspondiente, tramitar el Número de Identificación Tributaria (NIT) ante la DIAN y, finalmente, abrir una cuenta bancaria empresarial para formalizar las operaciones financieras.

Para los extranjeros, es fundamental contar con una visa de inversionista, residente o de negocios, así como con la cédula de extranjería, documentos que permiten participar legalmente en la administración o propiedad de la empresa. Las autoridades colombianas, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Migración Colombia, facilitan estos procesos para quienes demuestran una inversión real o intención de emprendimiento. Este marco normativo fomenta la participación de capital extranjero, siempre bajo principios de transparencia y cumplimiento legal.

Además del atractivo normativo, Colombia ofrece incentivos tributarios y programas de apoyo a la inversión en sectores estratégicos como energía renovable, agroindustria, tecnología, infraestructura y turismo. Existen también zonas francas con beneficios fiscales que favorecen la exportación y la generación de empleo. En conjunto, estos factores hacen de Colombia un país con un ecosistema empresarial sólido, que valora la innovación y abre sus puertas a quienes buscan construir y crecer desde una perspectiva global.