La nueva cara de Bogotá
Según las nuevas filosofías urbanísticas, Bogotá es una ciudad obsoleta. Los vehículos tienen prelación sobre los peatones, los suburbios han ido creciendo sin planeamiento, los ciudadanos prefieren movilizarse en transporte privado, y en zonas como Ciudad Bolívar (un barrio marginal al suroriente de la ciudad) no hay andenes ni hay parques y hay muy poco espacio para buses.
Bogotá se distribuyó pensando en el automóvil como medio ideal de transporte. Por eso, no está compuesta por células autosuficientes dentro del gigantesco perímetro urbano, como París, sino que los lugares de trabajo se conglomeraron en el centro mientras las viviendas y las zonas de entretenimiento se construyeron al norte y al sur. Como resultado, la mayoría de los ciudadanos se moviliza a la misma hora en la misma dirección.
Lagos de Torca
Las actuales directivas del distrito tienen planeado darle un vuelco de 180 grados en los próximos 30 años. En 2017 comenzará la construcción de Lagos de Torca, una ciudadela para 110.000 familias situada al norte de Bogotá, en los alrededores del humedal Torca-Guaymaral. “La idea es hacer una ciudad inteligente: en mirar de dónde sacamos la plata para la infraestructura; en reconocer los ecosistemas que hay que proteger, recuperarlos e integrarlos a la vida de las personas; en hacer vivienda de interés social (40 por ciento) para que los diferentes estratos se integren y el espacio público que ocupen sea equitativo,” dice a DW Juan Camilo González, gerente del proyecto Ciudad Norte del que Lagos de Torca es la primera fase.
Fuente:
Dw.com
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